Academias proponen un cheque formativo en verano para alumnos
Al igual que otros sectores, las academias de clases particulares tuvieron que cerrar sus puertas de un día para otro cuando se decretó el estado de alarma. El problema es que para ellos no se vislumbra una reapertura clara con la desescalada y será necesario un impulso público a su actividad si quieren volver a funcionar en verano.
La generalización del aprobado, salvo casos excepcionales, en la enseñanza reglada este curso ha hecho que los alumnos no tengan que recuperar asignaturas en verano, por lo que tampoco hay demanda de clases particulares. Pero paradójicamente, el último cuatrimestre del curso ha sido más flojo de lo habitual en lo referente a contenidos educativos debido a la suspensión de las clases presenciales y a que algunos alumnos no disponen de acceso a Internet en sus casas. Es en ese contexto en el que encaja la propuesta planteada por academias de clases particulares de Castilla y León que estos días ultiman la creación de una asociación autonómica de este sector. La nueva asociación está impulsada desde Zamora y Salamanca, que ya cuentan con agrupaciones provinciales. El presidente de la de Zamora y uno de los promotores de la unión regional, Chema Pérez, hace hincapié en el dato de que el 11% de los alumnos afectados por el estado de alarma en España sufre la denominada brecha digital al no tener acceso a Internet en sus casas. Aunque han salvado el curso, su nivel y el de otros compañeros que se han relajado en el periodo de clases en línea, no es el óptimo. Por ello, desde las academias de clases particulares de Castilla y León plantean crear un cheque formativo de verano del que pueda beneficiarse todo el alumnado y que incida en reforzar en el periodo estival los contenidos de las tres asignaturas consideradas más importantes: lenguaje, matemáticas e inglés.
Sería una buena forma de mantener el alto nivel educativo que ha permitido a Castilla y León estar en los últimos años en los primeros lugares del mundo en los informes Pisa y por ello las academias de clases particulares han reclamado el apoyo de la Consejería de Educación a la iniciativa.
Del mismo modo, han pedido que los ayuntamientos se impliquen igualmente en la financiación de ese cheque formativo y para ello pueden echar mano de parte de los presupuestos destinados a actividades estivales o del Verano Joven que no se va a llegar a cabo por la situación derivada del coronavirus. Estas clases particulares, al igual que las actividades extraescolares que se han impartido otros veranos, favorecerán que los padres puedan compatibilizar vida familiar y laboral, en un año especial, en el que va a haber menos trabajadores con vacaciones en julio y agosto, según expone Chema Pérez. Con el cheque de verano, los niños podrán pasar las mañanas en clase para repasar contenidos del último cuatrimestre en las aulas no masificadas de las academias de clases particulares, en las que se guardan las distancias y todas las demás medidas preventivas que evitan contagios de coronavirus. El coste de esa docencia no reglada sería gratuito para los padres y su financiación correría a cargo de las administraciones autonómica y local y de las propias academias, que también harían su aportación a ese cheque formativo. De esta forma, se ofrecerá un salvavidas al sector de las clases particulares y a la vez se mantendrá un bien tan preciado como la educación.
Muñoz subraya además el «drama» que vivirán los profesores de clases particulares si no se adoptan soluciones imaginativas como ésta, ya que en caso contrario carecerán de ingresos regulares hasta octubre.